Para mí el trabajo con pacientes que sufren dolencias mentales exige una gran responsabilidad y un alto nivel de preparación científica, por el severo grado de sufrimiento que pueden generar estos padecimientos y por la necesidad de un contacto humano cercano y efectivo que ayude a paliar estas situaciones. Me marco como objetivo estudiar las dimensiones biológicas, biográficas y contextuales de la situación para dar a cada persona la mejor respuesta a dichos padecimientos.